
04 feb. 2007
Anatomía de la carrera de un directivo excelente
Suscríbase a nuestra newsletter. Introduzca sus datos más abajo.
En nuestra experiencia de entrevistar personas y explorar sus carreras profesionales siempre miramos con atención los tres grandes campos donde se hallan impresas las huellas del talento y del liderazgo excelente en un directivo. Estos son: a) la empresa, b) la estructura de la carrera y c) la propia persona. Son éstas las tres áreas donde podemos identificar y detectar lo que diferencia al directivo excelente del meramente adecuado.
Así como en la empresa queda marcado en forma de resultados el impacto que produjo un buen directivo a su paso por ella, y que tratamos en otro artículo, también en la estructura de la carrera residen las pistas y claves del talento de la persona. Es lo que vamos a analizar.
¿Cuáles son los patrones de la carrera de un directivo excelente? Sin pretender ser exhaustivos, éstos son, entre otros posibles:
1. Crecer en poder y responsabilidad. La carrera de estas personas es ascendente, progresiva. Van adquiriendo creciente poder y responsabilidades dentro de la misma empresa o en otras si cambian. El poder que logran es un poder socializado, en beneficio de la empresa, no para ellos mismos como un fin, sino para lograr los resultados que persiguen. Sirven al puesto más que servirse del puesto. En términos de “datos duros”, estos líderes suelen ocupar, dentro de una población de profesionales homólogos a ellos, el cuartil más alto en responsabilidad y/o remuneración y el más bajo en edad. Así se define, un tanto frívolamente, a los “high flyers” o personas de alto potencial.
2. Estabilidad = Aportar + Aprender + Consolidar. Generalmente todos muestran una cierta estabilidad en cada puesto por el que pasan (3-4 años al menos): la necesaria para aportar y aprender, además de consolidar algo. Aprenden de la experiencia más que repetir experiencias. Sus posibles puntos débiles los convierten así en puntos de desarrollo y de crecimiento profesional y personal, para bien suyo y de la empresa.
3. Alto logro = Sana ambición = Riesgos calculados. Hay pocos o ningún error en sus decisiones de cambio de puesto o de empresa: las analizan, meditan y evalúan adecuadamente. Asumen riesgos bien calculados, contemplando repercusiones a medio y largo plazo. Consciente o inconscientemente, aplican a su propia carrera sus criterios de toma de decisiones en la gestión. Su motivación de logro es alta, caracterizada por buscar objetivos ambiciosos, pero realistas, alcanzables.
4. Poco recreo = Disfrutar, pero no engordar. Pasan poco tiempo recreándose en los resultados. Los cambios les vienen frecuentemente de ofertas internas o externas, cuando a veces sienten que no han acabado todavía por completo el proyecto, “cuando empezaban a disfrutar de él”. Como seres humanos, disfrutan con las mieles, pero “no engordan”.
5. Carrera multifuncional = Visión de caleidoscopio y global. Suelen pasar por más de una o varias áreas antes de llegar a dirección general: ventas y marketing, recursos humanos, finanzas, producción, jefatura de una división (que es como una “minidirección general”), etcétera. Aunque no consideran ninguna como su área definitiva, en todas ellas profundizan, “hincan los codos” y trabajan a fondo. Adquieren, pues, una “visión de caleidoscopio” (capacidad de ver y observar la misma situación o fenómeno desde diferentes perspectivas y puntos de vista) y una visión de helicóptero, con perspectiva global.
No pretendemos afirmar taxativamente que estos cinco patrones sean condición necesaria y suficiente para la construcción y desarrollo de la carrera de éxito de un líder excelente. La vida humana y, por tanto, la trayectoria profesional de cualquier persona son una secuencia de aciertos y errores, de éxitos y fracasos, a veces aleatoria y hasta caóticamente distribuidos.
Lo que, por el contrario, sí pretendemos mostrar es que estas características aparecen de forma consistente en el entramado de la carrera de directivos que desempeñaron su cometido con resultados y satisfacción para la empresa y para ellos mismos. Pueden, así ser de utilidad como un criterio predictivo más entre los que usamos para mejorar la selección.