
30 abr. 2010
Propósito, sentido y significado
Suscríbase a nuestra newsletter. Introduzca sus datos más abajo.
Cuando entrevisto a un directivo que se plantea un cambio, trato de contemplar no sólo su posible candidatura y encaje en algún determinado proyecto, sino, sobre todo, hacer con él lo que denomino consultoría de carrera.
Ayudar al directivo en su carrera es ayudarle a contemplarla como una oportunidad de desarrollo profesional y personal, además de como una necesidad de buscar trabajo o cambiar.
Una carrera satisfactoria se caracteriza por tener un propósito, un sentido y un significado. El propósito es la toma de decisiones y acción focalizadas hacia un cambio. El sentido y significado se van buscando, construyendo y obteniendo, alineados con el propósito.
Propósito, sentido y significado no aparecen, por tanto, como un relámpago instantáneo. Fluyen paralelos, interactúan y se van desarrollando en el tiempo. Los ingredientes están ahí, disponibles, para que cada uno de nosotros los integre, como diría Frank Sinatra, "A mi manera", en un patrón único, personal e intransferible a lo largo de su propia carrera y vida.
Si construimos nuestra carrera con propósito, sentido y significado, el sentimiento subjetivo de éxito o fracaso en ella será de importancia secundaria. Los tres, alineados e integrados, proporcionarán dignidad a nuestro trabajo, más allá de necesidades de reconocimiento externo.
Una carrera con propósito, sentido y significado implica para la persona:
- Asumir responsabilidad sobre su propio desarrollo: ocupar el asiento del conductor, ser arquitecto y motor de su propia carrera y vida, jugar un papel activo, influyendo en las cosas y no siendo víctima propiciatoria de ellas. Como expertos en carreras, tenemos que transmitir toda la responsabilidad y empowerment posibles a la persona para que sea dueña de sus decisiones.
- Liberar su motivación y apertura al cambio. Ante los deseos de cambio en un directivo, hay que animarle (¿Por qué no? ¿Cómo lo harías?) y no decirle: Procura ser realista. Experiencias profesionales anteriores vividas como muy satisfactorias son fuertes motivadores de cambio para la persona. Hay que preguntarle: "Descríbeme alguna experiencia o etapa profesional que realmente te haya apasionado..." "En relación con ello, ¿qué cosas te gustaría hacer?"
- Ayudar a descubrir sus mejores capacidades. Hay que tratar de que la persona identifique lo mejor de sí misma: ayudarle a descubrir y poner en práctica sus mejores cualidades: "¿En qué cosas, crees que eres realmente bueno? ¿Qué trabajos recuerdas que te salieron realmente bien? ¿Qué capacidades tuyas entraron en juego o contribuyeron a los resultados?"
- Superar emociones negativas y pensamientos inhibidores del crecimiento. Sobre todo cuando la persona está en paro o en busca de empleo. Bajan la autoconfianza, la seguridad, la autoestima y aumenta la ansiedad. Excesivas quejas, miedos y lamentos inmovilizan a la persona, frenando su toma de decisiones y su acción. Hay que escucharla y ayudarla a desarrollar estrategias para superar barreras subjetivas y emociones negativas.
- Fijar etapas y pasos a dar hacia un objetivo: adoptar una actitud activa y comenzar a "hacer los deberes": "Estoy en el punto A y quiero ir al B: ¿Qué tengo que hacer?" Aquí el consultor puede motivar a la persona para desarrollar nuevas habilidades y cubrir el "gap" entre A (puesto actual o situación de paro) y B (puesto deseado y buscado), así como los pasos a dar. Toda decisión debe conducir a la acción. Casi cualquier acción es mejor que ninguna.
- Buscar un trabajo con propósito, sentido y significado. La persona necesita un trabajo que incluya el aspecto económico y satisfaga su hambre del cuerpo, pero sobre todo lo que trascienda, y satisfaga también su hambre de espíritu. Hay que ayudarla a integrar el propósito inmediato del corto plazo con el sentido y significado necesarios a medio y largo plazo.
Todo este proceso implica lógicamente un seguimiento que han de hacer ambos, necesario para verificar el progreso. Es importante para la persona confirmar que va avanzando en la dirección certera, tanto en su carrera como en su vida.