Las zonas oscuras de un directivo

30 mar. 2012

Las zonas oscuras de un directivo

Las crisis y las situaciones difíciles sirven para diferenciar entre buenos y malos directivos. Es en las dificultades donde brotan las cualidades más exquisitas del liderazgo. El líder excelente se crece en ellas y aprovecha y pone en juego sus mejores capacidades. Por el contrario, el mediano o mediocre pierde aplomo y hasta se bloquea, desaprovechando o usando disfuncionalmente sus capacidades.

Dentro de nuestra práctica de Consultoría y Diagnóstico del Liderazgo, hemos identificado una serie de Zonas Oscuras o de penumbra que con frecuencia se dan en muchos directivos ante situaciones difíciles. Son, en definitiva, patrones de comportamiento o disposiciones disfuncionales que aparecen como consecuencia de estrés, presiones de trabajo, necesidades no satisfechas, situaciones difíciles, ambigüedad, incertidumbre, etc.

He aquí algunas de esas características:

  • Ciclotímico/Excitable: es la persona que de ser excesivamente entusiasta con la gente y con los proyectos pasa a quedar decepcionada. Son personas enérgicas e intensas, activas, pero, en situaciones difíciles, también potencialmente explosivas, críticas, irritables y propensas a estallar emocionalmente.
  • Escéptico/Desconfiado: la persona es socialmente aguda, ocurrente y hasta brillante, pero algo cínica y, sobre todo, sensible a la crítica. En dificultades es crítica ante errores o defectos y alterable ante indicios de “traición”, desconfiando de las acciones e intenciones de los otros.
  • Cauto: reticente a intentar nuevas cosas. Ante dificultades, timorato, conservador, dudoso de sí mismo, poco asertivo. Tiende a evitar tomar decisiones y retrasa adoptar nuevas ideas o tecnologías.
  • Distante: falta de interés o de sensibilidad ante sentimientos de los otros, dificultad de comunicación. Ante dificultades, poco sensible socialmente, centrado en sí mismo, preocupado y duro. Tiende a que “se las apañen” los otros y a trabajar solo.
  • “A su bola”: independiente, obstinado, a lo suyo, mal receptor de coaching, ignora las demandas de los otros. Ante dificultades coopera esporádicamente; cortante, poco confiable, evade las tareas y responsabilidades, se resiste al equipo y se siente maltratado cuando le demandan sus deberes.
  • Arrogante: pagado de sí mismo y de su valía versus modesto y moderado. Asertivo, enérgico, ambicioso, visionario. Ante dificultades, impulsivo, competitivo, exigente y propenso a ponerse él las medallas.
  • Temerario: encantador, asume riesgos, busca emociones, tantea el límite, demasiado propenso a la acción. Ante dificultades, propenso a riesgos excesivos, sin evaluar las consecuencias de sus acciones.
  • Ególatra/Narcisista: demanda la atención de los demás versus modestia, autodramatización, anhelo de actividad y emociones; aborda muchas cosas a la vez. Adora destacar. Ante dificultades, le cuesta concentrarse en una actividad en concreto; dispersión de acciones, saltando de una a otra.
  • “Imaginativo/Creativo”: inusual, impredecible versus equilibrado, práctico y sensible. Poco convencional, innovador excesivo, actuando a veces de forma extravagante. Se enorgullece de ser diferente. Ante dificultades, se aburre, se evade y se centra en otras cosas.
  • “Diligente”: meticuloso, detallista, crítico, educado, trabajador, micromanager. Ante dificultades se siente incómodo y molesto con la ambigüedad, centrándose en lo estructurado y evitando tomar decisiones con riesgo e incertidumbre.

Naturalmente, todas estas características no son fáciles de identificar a lo largo de una entrevista en profundidad con el directivo. De hecho, todas juntas, llevadas a su extremo, descalificarían su liderazgo. Sin embargo, en la mayoría de las personas, aparecen en mayor o menor grado. Se detectan y miden mediante herramientas de Management de sobrada fiabilidad y validez.

El mejor diagnóstico de liderazgo se realiza mediante entrevistas en profundidad de dos consultores con el directivo. En ellas se identifican las posibles “zonas oscuras” o excelentes de su liderazgo ante situaciones difíciles y se confirman con las herramientas que miden este liderazgo.

Es crítico explorar en el directivo estas zonas. Estamos diagnosticando las cualidades más exquisitas que puede aportar o no a la organización en las situaciones en que va a tener que dar lo mejor o lo peor de sí mismo.