Mientras los inversores siguen siendo optimistas en cuanto al mercado minero y de recursos minerales, las compañías se ven obligadas a recortar costes y mejorar la efectividad para poder sobrevivir
La desaceleración del crecimiento de las economías emergentes, principalmente Brasil, Rusia, India o China, y el aumento de la oferta de mercados no tradicionales como África y Asia, han comportado la reducción del valor de los metales básicos y preciosos. Además, las empresas mineras se enfrentan al incremento de la presión para abordar las preocupaciones medioambientales y el compromiso con las comunidades locales.
Para prosperar dentro del mercado metalúrgico y minero, las compañías necesitan ir más allá de un sector en el que escase el talento para contratar líderes innovadores y decididos.