
30 nov. 2011
Las actitudes de “Snoopy” ante su carrera y vida
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En este mundo competitivo que nos impulsa cada día más hacia la ambición, eficacia y logro de objetivos en el trabajo, en la carrera y en la vida, las “actitudes” de “Snoopy”, el perro de Charlie Brown, ante las personas y ante el mundo, son brisa fresca de sencillez y alegría.
Carlitos es inteligente, noble, algo pasivo y algo “Sor Angustias” y “Sor Suspiros”. “Snoopy” es vital, positivo, optimista y más “Sor Intrépida”. Podemos explorar su personalidad en los distintos campos de gestión de su propia carrera y vida:
Destino y trascendencia existencial: Snoopy: “Mi vida no tiene ningún objetivo, significado, destino… Y, sin embargo, estoy contento y feliz. ¡No lo entiendo! ¿Qué es lo que estoy haciendo bien?”. A gusto consigo mismo.
Gestión del propio talento y aprovechamiento de capacidades: Carlitos: “Los humanos aprovechamos sólo una pequeña parte de nuestras capacidades”. Snoopy (dormitando en el techo de su caseta) murmura: “¡No entiendo a los humanos! ¡Está completamente equivocado! ¡Yo aprovecho el 100% de las mías!”. Usa todos sus talentos, en el sentido bíblico de la palabra.
Alta autoestima: Snoopy (escribiendo en el ordenador): “Entre todas las criaturas del mundo, los perros son las más superiores de la tierra, mar y aire, y quizás del espacio”. Lucy, amiga de Carlitos: “Creo que el título es algo largo”. Snoopy: “Bueno, quitaré quizás”. “Sin abuela”; orgulloso de sus raíces y origen.
Entrenamiento mediante un periódico enrollado: Snoopy: “Creo que esta es la forma de darle a uno una visión distorsionada de la Prensa”. ¡Crítico con el uso inadecuado de la información!
Capacidad de negociación: Linus, amigo de Carlitos: “OK, este es el trato: ¡Devuélveme la manta y te doy la galletita!”. Snoopy: “Coloca la galletita en el suelo y da diez pasos atrás”. Asertivo y nada ingenuo.
Claridad de objetivos: Carlitos: “Los perros son realmente peculiares. Sólo piensan en comer… ¡Escasez de profundidad!”. Snoopy: “Prefiero llamarlo propósito definido y claro”. Orientado a resultados concretos.
Cumplimiento de planes: Snoopy: “Hoy es el último día del año. Otro año pasa y, ¿qué he logrado este año que no haya logrado los anteriores? ¡Nada! (Sonríe). ¡No se puede ser más consecuente!”. No se sale de su guión y lo cumple.
Orientación a la acción: Sally: “¿Qué harías si ves que la vida te trata injustamente?”. Snoopy: “Hacerme yo mis propias galletitas”. Iniciativa: gestionar su propia carrera y vida.
Escribiendo una novela: Snoopy (con el ordenador): “Si realmente me amaras, dijo ella, me comprarías un perro. Así que él le trajo un perro. No pasó mucho sin que el perro lamentara haber estado implicado en el tema”. Pensador consciente de que muchos colegas arrastran “una vida perruna”.
Clarificar: Linus: “¡OK, caza la bola, tráemela y te doy una galletita!”. Snoopy (sale corriendo, se da cuenta de algo y vuelve): “¿Qué clase de galletita?”. Pide concreción en su Sistema de Recompensas.
Jugando al golf: Snoopy: “Cuanto más practico este deporte, más me gusta. ¡Pero lo odio!”. Como cualquier humano aficionado a este grato/ingrato deporte: relación de amor-odio.
Pragmatismo: Carlitos: “Leí que, si un hombre tiene el amor de un perro, puede considerarse millonario”. Snoopy: “¡Y le comprará muchas galletitas!”. Velando por sus intereses.
La raza humana: Linus: “Sabes, Snoopy, no entiendo a la gente. No importa cuánto lo intento. Simplemente, no la entiendo”. Snoopy, pensativo: “Entiendo cómo se siente. Yo renuncié a entender a la gente hace mucho. Ahora simplemente dejo que ellos intenten comprenderme a mí”. Vive y deja vivir. Autoexplicativo.
A veces parece que algunos de nuestros amigos animales, como Snoopy, disfrutan de la vida más que muchos animales humanos.